La guerra contra ti mismo

El instante presente se puede utilizar de infinitas maneras, unos pocos ejemplos pueden ser: leer un libro, ver la televisión, practicar deporte, comer en un restaurante o trabajar fuera de casa. A continuación, utilizando una analogía con la lingüística, en lugar de prestar atención a las letras que componen las palabras nos centraremos, más bien, en el significado personal que le damos a ellas.

Tomando el primer ejemplo «leer un libro», al analizar un posible significado personal , vemos que puede ser interpretado como un acto gratificante y placentero si se trata de un contenido que despierta nuestro interés o nos resulta útil para mejorar la forma de afrontar nuestro día a día. En cambio, el mismo acto «leer un libro» puede hacernos sentir agobiados y nerviosos si se trata de un contenido importante para nuestro próximo examen poco preparado o simplemente va en contra de nuestra forma de pensar.

Esto que parece tan tribal es fundamental tenerlo en cuenta para ver cómo nuestra forma de observar cada uno de nuestros actos es la que determina cómo va a ser nuestro instante siguiente. Todos contamos con el instante presente para utilizarlo de la manera que realmente queramos y prestar atención a la forma que tenemos de observar cada uno de los actos con total honestidad nos rebela un autoconocimiento que nos permite tener la posibilidad de poder modificar nuestras limitaciones subyacentes y mejorar nuestro rendimiento al realizar ciertas tareas, es decir, aumentar nuestra madurez psicológica.

Para psicólogos humanistas y personalistas (Maslow, 1962; Rogers, 1959;  Diener 1994) este desarrollo y crecimiento personal alcanzado a través de la madurez psicológica nos conducen hacia la salud y el ajuste además de proporcionar un estado de autorrealización y bienestar psicológico proveniente del análisis hecho sobre la satisfacción con la vida y el balance afectivo. Por otro lado, haciendo referencia al título de esta entrada e invitando a una reflexión a través de una perspectiva más bien sociológica de Levinson y Perlin, me gustaría hacer recordar al lector el poder creativo que tiene la mente y la repercusión de la forma que tenemos de afrontar cada situación en nuestra vida. «El adulto debe enfrentarse a ciertos retos que por su propia naturaleza le tocará vivir y el modo de afrontarlos y superarlos determinará un avance, estancamiento o retroceso en su camino hacia la madurez, por lo que no todo el mundo alcanzará un mismo nivel de desarrollo personal.»

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